Y cada quién encuentra su manera de repararlo.
Este no es otro cuento sobre Shakira y Piqué, que ya de ellos hemos tenido bastante, pero su historia me hizo recordar la manera en que yo mismo he cerrado los ciclos amorosos.
La última vez que viví un despecho real, me tocó recoger mis pedazos sin poder expresarlo mucho. No me podía quejar, sabiendo que había entrado en una relación – y me había enamorado- de una mujer que recién había “roto” su matrimonio y había un hijo de por medio.
¿O sí me podía quejar?
¿O debí entender que simplemente se había acabado y seguir adelante?
Bueno, todas esas preguntas pasaron por mi cabeza y opté por lo segundo, seguir adelante. Pero mi corazón a punto de explotar, me llevó a vivir varios episodios de tristeza y locura. No fue sino hasta después de unas cuantas sesiones de terapia que entendí muchas cosas y acepté que se había terminado.
Ahí les estoy echando el cuento corto.
Aceptación, es la palabra que se me viene a la mente cuando veo historias de desamor que cuestan sanar. Al menos fue lo que a mi me ayudó a superarlo y pasar la página.
Eliminar los juicios de valor sobre lo que “fue” o “pudo ser” fue un primer paso. También recuerdo que al principio al tratar de hacerme el duro, lo que hice fue posponer el golpe. El dolor es ineludible y hay que entregarse a experimentarlo. Finalmente, salir del rol de víctima dio la estocada.
Aunque nuestro ego o el amor -que está a un paso del odio- no quiera que así sea, básicamente se trata de una rendición ante lo que es evidente, gústenos o no. Se trata de un asentimiento ante lo que es real.
La mayoría de las veces, nuestras frustraciones y disgustos vienen atados a situaciones evidentes que no terminamos de aceptar hasta que explotan. Cuando un amor está en declive, una relación está por terminar, un cable está a punto de ser cortado, eso se sabe, se siente en cada palabra.
Tal vez si aceptáramos a tiempo lo que es evidente, nos ahorraríamos unos cuantos disgustos. Aunque seguramente nos privaríamos, también, de unas buenas canciones.
Aquí pensando.